El término “Dropshipping” hace referencia a un modelo de venta en línea que asume la gestión del inventario por parte del proveedor en lugar del vendedor.
En este caso, de hecho, no es el vendedor quien envía la mercancía al cliente final, sino el propio proveedor.
Por tanto, el modelo de Dropshipping supone una reducción de los costes de inventario para el vendedor, que puede así concentrar sus inversiones en actividades de promoción y marketing.
Para comprender mejor este modelo de venta, veamos en detalle los diferentes papeles que asumen los actores implicados:
- empresario: es quien gestiona el eCommerce y se encarga de vender los productos. Para poner en marcha un modelo de venta dropshipping, busca proveedores que ofrezcan este servicio.
La relación entre las dos partes se regula mediante contratos que también proporcionan indicaciones específicas sobre los plazos de entrega y los costes que el proveedor debe garantizar; - proveedor: se encarga de la fase de adquisición del producto y de los costes relacionados con la gestión del almacén y la logística. Es la figura que se encarga del envío real de la mercancía al cliente final;
- cliente: el que completa la compra y recibe la mercancía del proveedor. Sin embargo, éste no suele ser consciente de que el envío lo organiza el proveedor. De hecho, el único punto de referencia para el cliente sigue siendo el propietario del comercio electrónico.