El término «datos de tercera parte» se utiliza para definir todos los datos e información procedentes de fuentes externas, es decir, ajenas a la propia empresa y, por tanto, no derivadas de una interacción directa con los usuarios.
Se trata de datos que suelen recopilarse de múltiples fuentes y fuentes web, segmentarse y ponerse a disposición de las empresas principalmente con fines publicitarios (piénsese, por ejemplo, en los datos que ponen a disposición Google o Facebook para la segmentación dentro de sus plataformas).
Los datos de terceros combinan datos inferidos, datos observados y datos proporcionados directamente por los usuarios.
Veámoslos más de cerca:
- datos inferidos: a menudo los facilitan los proveedores de datos y también pueden incluir información socioeconómica;
- datos observados: se trata de datos relativos al uso de dispositivos con determinadas funciones interactivas que son objeto de seguimiento;
- datos facilitados por los usuarios: se trata de información demográfica o relacionada con las actividades en las redes sociales.
Los datos de terceros completan el modelo de categorización de datos que incluye los datos de primera parte y los datos de segunda parte.
Sin duda mucho más voluminosos que los dos tipos anteriores, los datos de tercera parte suelen considerarse extremadamente volátiles, ya que pueden quedar obsoletos rápidamente. Pensemos, por ejemplo, en lo rápido que evolucionan las preferencias de los consumidores, los presupuestos de compra disponibles, los ingresos, etc.