Por «usuario anónimo» se entiende aquel que decide navegar por un sitio web o un sitio de comercio electrónico sin revelar datos ni información de contacto (por ejemplo, dirección de correo electrónico o número de teléfono).
Según las últimas estadísticas, más del 98% de los usuarios que navegan por un sitio web lo hacen sin revelar ningún dato.
Sin embargo, es importante recordar que incluso un usuario anónimo no es realmente un usuario anónimo en absoluto, ya que durante su ruta de navegación puede liberar información importante que puede ser rastreada por sistemas más avanzados que van más allá incluso de las propias cookies.
Analicemos esta información en detalle:
- secciones del sitio consultadas y contenido leído;
- productos y servicios consultados;
- solicitudes de información o formularios parcialmente rellenados;
- frecuencia con la que se visita el sitio;
- zona geográfica desde la que navega.
Toda esta información puede recopilarse, enriquecerse de vez en cuando y utilizarse como base para actividades de personalización.
De hecho, el reto para los profesionales del marketing y los estrategas consiste en aplicar estrategias destinadas a reducir el número de usuarios anónimos mediante actividades eficaces de generación de clientes potenciales.
En este contexto, la información recogida, incluso en el caso de usuarios anónimos, desempeña un papel fundamental, ya que permite ofrecer contenidos pertinentes y proponer actividades más atractivas.