El término «Onlife» es un neologismo que tiene su origen en la contracción de los términos on-line y off-line y que se ha generalizado recientemente.
De hecho, la expresión «Onlife» se utiliza para definir el actual marco social, económico y comunicativo en el que nos encontramos, caracterizado por una interacción continua entre el mundo digital y el físico, entre la realidad analógica y la virtual.
En un contexto así, es fácil entender cómo ya no tiene sentido preguntarse si los usuarios están online u offline, se habla de omnichannel customer experience y, también por parte del marketing, se buscan cada vez más estrategias y soluciones tecnológicas, como el CDP, que permitan precisamente ofrecer a los consumidores experiencias fluidas, personalizadas y valiosas, independientemente del canal que utilicen y también de la realidad en la que se produzca la interacción, ya sea física o virtual.
La existencia del término está, por tanto, estrechamente ligada a la era de la transformación digital que estamos viviendo, y por esta misma razón marca a menudo un verdadero tema en torno al cual se plantean preguntas, también desde el punto de vista ético.
El término «Onlife» fue acuñado por el filósofo Luciano Floridi, pero ha entrado más en el léxico común a partir del evento organizado en octubre de 2019 por el periódico La Repubblica, titulado «On-line – Il futuro visto da vicino».