
En este artículo vemos, a través de un ejemplo concreto, cómo puedes utilizar los formularios de recogida de información para dar mejores experiencias a tus usuarios, al tiempo que mejoras tus resultados. Es importante recordar que cada dato que nos dé un consumidor tendrá un valor para él, por lo que será importante poder devolverle un valor correspondiente a cambio de esta información. En este sentido, mejorar la experiencia del usuario y desarrollar ofertas dirigidas aumentará la cercanía de nuestra marca con el consumidor.
Un ejemplo de venta cruzada dirigida
Como ejemplo concreto, consideramos el caso de una compañía aérea. Uno de los segmentos de consumidores más interesantes es, sin duda, el representado por los clientes de negocios que, si son fieles -posiblemente incluso a través de un programa de fidelización de viajeros frecuentes-, pueden comprar con cierta frecuencia y buscan viajes de negocios cómodos, con alta flexibilidad en la reserva y un elevado número de destinos disponibles.
Se trata, sin duda, de un tipo de cliente al que sería interesante involucrar con una venta cruzada dirigida, que les lleve a viajar con nosotros no sólo por negocios sino también por viajes personales. Es obvio que para orientar nuestra propuesta tendremos que recoger información precisa sobre los deseos de nuestros clientes.
Pero, ¿qué sabemos de sus deseos? ¿Sus necesidades? Por ello, para poder proponer una venta cruzada dirigida, es importante entender sus necesidades reales, pero ¿cómo imaginar si tienen familia o si de vez en cuando quieren combinar un viaje de negocios con servicios complementarios? ¿Es mejor proponer unas vacaciones deportivas o unas vacaciones totalmente relajadas?
Dado que se trata de información sensible, será fundamental poder recopilarla de forma muy inteligente, tal vez formulando preguntas sueltas, incluso en distintos momentos, que no requieran mucho esfuerzo para responderlas.
Preguntas formuladas durante la navegación por nuestro sitio o a través de un correo electrónico dirigido. Estos son los casos en los que se puede interactuar con un formulario personalizado; veamos un ejemplo concreto que nos puede ayudar a entender si nuestro cliente comercial es un hombre de familia o un eterno Peter Pan. Podríamos estudiar un formulario muy sencillo, una sola pregunta bien planteada a la que responder para hacer la recopilación inteligente sin aburrir al usuario. Si por una vez el viaje no fuera negocio… ¿a dónde te gustaría ir?
Hacer estas preguntas de forma sencilla es fundamental para obtener un número suficiente de respuestas para segmentar aún más nuestro segmento de negocio. De esta forma, la información explícita que nos ha dejado puede ayudarnos a proponer una oferta específica con sugerencias que le estimulen y, al mismo tiempo, crear un vínculo aún mayor con una marca que realmente le conoce y es capaz de interactuar con él de forma personalizada.
Conciliación de la información
Para poder aprovechar esta información de forma concreta, es imprescindible utilizar un sistema que nos permita poner en común cada dato, conciliándolo con los datos del cliente individual y consiguiendo así operar y automatizar una serie de propuestas en base a las respuestas y al perfil de usuario que iremos construyendo paulatinamente a lo largo del tiempo.
Además de la información explícita que nuestro cliente pueda dejarnos a través de la cumplimentación de un formulario, también podremos recoger toda la información de navegación en nuestra web, las interacciones con nuestras comunicaciones o las compras realizadas. Recoger estos datos y compararlos automáticamente con el comportamiento de usuarios similares nos permitirá hacer recomendaciones más específicas.
Si quieres saber más sobre estos temas, ponte en contacto con nosotros para hablar con uno de nuestros expertos sin compromiso.