
En informática, el término «pop-up» se utiliza para definir elementos gráficos de interfaz, ventanas y paneles, que aparecen automáticamente o como resultado de una determinada acción del usuario.
Su uso se relacionó inmediatamente con las actividades de promoción en línea, ya que fueron diseñadas precisamente por Ethan Zuckerman no sólo para atraer la atención de los usuarios mientras navegaban por un sitio concreto, sino para distinguir con precisión el contenido publicitario del resto de contenidos del propio sitio.
Hoy en día, las ventanas emergentes pueden considerarse, sin lugar a dudas, el tipo de mensajes comportamentales más utilizado para personalizar la experiencia de los usuarios que navegan por un sitio web. El mensaje adecuado, a la persona adecuada, en el momento adecuado: gracias a su capacidad para atraer la atención de los usuarios, las ventanas emergentes personalizan la experiencia de navegación en tiempo real, incitando al internauta de la forma más adecuada.
Sin embargo, para que un pop-up sea eficaz, es importante no olvidar ciertos aspectos clave durante su realización:
- finalidad explícita: siempre debe quedar claro en el mensaje la finalidad de la acción que debe realizar el usuario y los beneficios que se derivan de ella;
- lenguaje claro: la información contenida en la ventana emergente debe ser fácil de entender para el usuario destinatario;
- utilidad: siempre es conveniente ofrecer al usuario al que se invita a realizar una determinada acción algo a cambio (pensemos en el cupón de descuento que solemos recibir al suscribirnos a un boletín informativo).